Cultura Solidaria

¿Qué está pasando en España?

madre.jpg A nadie pasa inadvertido el progresivo descrédito en que está sumida la clase política española en nuestros días. El terrible impacto emocional provocado en la mente de todos por el brutal atentado del 11 de Marzo de 2004, parece haber conducido a la clase dirigente a un estado patológico de esquizofrenia agresiva que, por un lado lo aleja cada vez más de muchos ciudadanos de a pie, y por otro está consiguiendo contagiar a muchos otros su propia ansiedad y deseo de confrontación.

Nos preocupa, desde luego, la unidad de la nación o el tratamiento equitativo que en cuanto a prestaciones y derechos reciban todas las regiones, pero hay cuestiones que son incomparablemente más graves y esenciales, sobre las que los políticos pasan de puntillas porque no interesan como objeto arrojadizo al adversario o no sirven claramente como moneda de cambio para la obtención de votos en masa.

Un hecho evidente en el que se aprecia la citada esquizofrenia se concreta en la votación favorable el 16 de enero en el Congreso a un proyecto de ley que atenta contra la dignidad humana y el derecho a la vida y que da carta blanca para todo tipo de experimentación con personas en estado embrionario. La pretendida ley de técnicas de reproducción asistida, más bien de “manipulación embrionaria consentida”, va mucho más lejos que las leyes precedentes pues no pone coto a la proliferación de embriones. El destino de los embriones congelados está ya decidido en la ley: se eligen aquellos que se desarrollarán en el seno de la madre o mujer receptora y el resto se utiliza para investigación o se les deja morir. Además autoriza la selección de embriones para hallar uno que pueda servir de donante a un hermano enfermo. Respecto a esto último, hay que dejar claro en primer lugar, que en ningún caso es legítimo utilizar a un ser humano para salvar la vida de otro: toda la vida humana merece ser respetada en su dignidad. Pero además, en este tema hay mucha falsedad por medio, pues todavía no se conoce un solo caso de éxito en este tipo de experimentos: se legisla sobre futuribles y se ignoran las líneas de investigación que sí están consiguiendo curaciones sencillamente porque no se están obteniendo sacrificando embriones.

Pero pongamos otro ejemplo de la citada doble personalidad de la clase política. Hoy que tanto se habla de la defensa de las víctimas del terrorismo y de la necesidad de ponerse de su lado y no del de los terroristas, quedamos absolutamente sorprendidos con las declaraciones de una persona gravemente herida por quemaduras en el tremendo atentado de Hipercor y ahora activo miembro de la AVT, que afirma que llevan 18 años reivindicando que las administraciones, de uno u otro signo político, declaren oficialmente que la cifra de muertos en el atentado fueron 22 y no 21, porque una de las mujeres, víctima mortal, estaba embarazada y llevaba a su hijo en el vientre, y todavía no lo han conseguido.

O se valora y defiende la vida humana de verdad, independientemente de que esa defensa sea o no rentable electoralmente, o cada vez más ciudadanos pensarán que se les está intentando embaucar con discursos huecos plagados de palabras grandilocuentes.

Quizá es llegado el momento, y las grandes manifestaciones producidas en nuestro país parecen demostrarlo, en que los colectivos de ciudadanos ocupen ese espacio de defensa de valores sociales de primer orden que las clases dirigentes están abandonando deliberadamente.

marzo 14, 2006 Posted by | Política | 1 comentario