Cultura Solidaria

El desnudo humano en la publicidad

ImagenRecientemente la Revista “Mía” hacía una consulta a ellas sobre si les gusta el desnudo masculino en la publicidad comercial, habiendo, por supuesto, y como en la feria, respuesta para todos gustos y opiniones, desde las que lo veían divertido y refrescante, hasta quienes lo juzgan innecesario, inoportuno y escasamente ingenioso.

A mí, aparte la cuestión moral, que no siempre un desnudo ha de ser morboso, hay artísticos desnudos en las pinacotecas y museos, incluso dan su valor a la Capilla Sextina Vaticana, que para nada conllevan morbo, y sí mucha belleza, me parece de una gratuita frivolidad y totalmente inoportuno, pues cada cosa tiene su tiempo y lugar, y el desnudo de ellos y ellas, como otras cosas más escatológicas son más propias de la intimidad y de lavabos, duchas y alcobas.

El desnudo, masculino o femenino puede ser adecuado, y “pedirlo el guión” en temas de anatomía o salud, o para anuncios de ropa interior e íntima, pero no la veo aparente anunciando artículos de viaje, equipación de montaña o una marca de dentífrico, que entonces lo juzgo inadecuado y falto de la mínima originalidad y estética del marketing.

Tal vez, como en todo, los primeros adelantados de la idea, sorprendiesen con un atractivo y adecuado tema de desnudo, como puede incluirse un sonriente bebé o un juguetón cachorrillo de oso pardo, pero ahora ya está muy manido, que proliferan calendarios de fornidos y musculados bomberos y plantillas de equipos deportivos y hasta de otoñales, macizas y orondas mamás luciendo posaderas y pechugas, con el “meritorio” fin de recaudar medios para fines benéficos o sociales…

Revistas y telediarios ya nos muestran, en todos los sentidos, la desnudez humana, como para hacerla objeto de atracción artística, pasando del objetivo de la limpia belleza de un cuerpo perfecto y cultivado; que ésa es la otra cara de tan promocionada músculomanía o desnudofilia, la obsesión por la aparente perfección corpórea, no siempre acompañada por unas pautas saludables.

Como en tantas situaciones de la vida en el cuidado y exhibición del cuerpo humano, o nos quedamos en el desdén y el abandono, abusando de alimentación inadecuada y nocivo sedentarismo, o hacemos del culto al cuerpo casi una religión o modo de vida, no ya sólo con insalubres y desproporcionados desarrollos, o incluso insanos implantes quirúrgicos, sino que al modo de los callejeros grafiteros lo cubrimos, tachamos y emborrajateamos de burdos o detallistas, casi miniaturas, tatuajes.

Recurrir al desnudo sin necesidad u oportunidad me parece tan falto de iniciativa publicitaria como en el humorista acudir al escatológico caca, culo, pedo, pis…

Lo dicho, cada cosa en su tiempo (y lugar) y los nabos por adviento…

agosto 21, 2013 Posted by | Sociedad | Deja un comentario